“Ay, qué noche tan preciosa…”

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“Ay, qué noche tan preciosa…”

Si en casa hay algo que rompe con la cotidianidad es la celebración del cumpleaños de mi mamá. “Es aquí, entre nosotras mismas”, suele decir por teléfono cuando me cuenta sus planes refiriéndose a mi tía, su hermana; las Suárez, con quienes comparten un lazo fraternal desde la infancia; y otras amistades cercanas.

Mi tía, su única hermana, usualmente no es invitada, porque es parte de la producción y pienso que algunas veces hasta ha sido ella la promotora de la idea con un “ay, mana ¿y si hacemos algo para tu cumpleaños?”.

Estas fiestas nunca se llamarán como tal, siempre van disfrazadas de “reunioncita”, tal vez porque la invitación es telefónica y de bajo presupuesto; pero terminan siendo una gran fiesta. Suelen tener algunos elementos indispensables: los invitados, la torta, la ensalada de gallina hecha por mi mamá (al que llegue siempre se le ofrece un plato de comida), música a todo volumen, bebidas alcohólicas, muchas risas, anécdotas de la infancia, un borracho o dos, muchas personas entre primos, otros familiares, amigos y la certeza de que esa noche no dormirás y menos en tu cama. Todas tenían un esquema casi similar o por lo menos así fue en mi adolescencia y algunos años antes de la crisis.

Hoy es tu día…

Entre tantas “reunioncitas” hubo una que se quedó grabada en mi memoria como un descubrimiento. Fue hace algunos años, cuando todos nos encontrábamos en el comedor en torno a mi mamá, cuyo rostro estaba únicamente iluminado por una vela que emergía del centro de la torta. Era una vela del altar, pues sí, porque se pensó en todo menos en la velita de cumpleaños. El hallazgo lo realicé justo después de que terminamos de cantar “Ay, qué noche tan preciosa” y los aplausos de costumbre se vieran eclipsados cuando mi tía y las Suárez tomaron aliento para entonar con una mezcla de felicidad y solemnidad:

Hoy es tu día de gracia y luz,

que lo celebres pretendo yo,

que lo celebres con alegría,

que se desborde del corazón.

Que la dicha te sonría

entre músicas y flores,

golosinas y licores

y esperanzas en tu día (bis)

Que las abejas te den su miel,

la aurora plácida su esplendor,

te den su canto los ruiseñores

y los querubes te den su amor.

Que la luna te circunde

con su lumbre nacarada

y te admiren las estrellas

entre nubes irisadas. (bis)

Descargar: Hoy es tu día - Orfeón Universitario UCV.

Al terminar sumergido en la oscuridad y en los nuevos aplausos yo estaba sorprendido porque acababa de descubrir esta recopilación de Vicente Emilio Sojo y sobre todo por mi hallazgo de que “Ay, qué noche tan preciosa” no es la única canción para festejar al cumpleañero, sino que además existía esta. Asimismo me encontré con que existía otra canción de cumpleaños venezolana con el mismo nombre de "Hoy es tu día" se trata de la escrita por Conny Méndez, que dice:

Hoy es tu día,

todito el día

y lo venimos a celebrar

mucha alegría,

muchos regalos,

queremos todos colaborar,

que sea tu vida,

todita entera

una linda fiesta de primavera

que el mismo cielo te la haya dado

y que sea yo el primer invitado. (bis)

Descargar: Hoy es tu día. Conny Méndez

Happy birthday to you…

Lo que determina la forma en que se festeja el onomástico está relacionado con la historia y la cultura de cada país. Esta costumbre se origina en la Antigüedad y por muchos años fue considerada una fiesta pagana para los cristianos, entre otras cosas por la presencia de velas que se usaban para proteger al cumpleañero de espíritus, demonios y para desearle buena suerte en ese año. Esto cambió cuando la iglesia empezó a conmemorar el cumpleaños de Jesús el 25 de diciembre y los fieles empezaron a celebrar sus propios cumpleaños como una forma de unirse al Mesías.

Es posible que la tradición de cantar al festejado se iniciara después de 1893 cuando las hermanas estadounidenses Mildred y Patty Smith Hill, maestras de profesión, compusieran para sus alumnos la canción Good morning to all. La primera se encargó de componer la música y la segunda, la letra. En ese momento las docentes buscaban una manera amigable de incentivar la costumbre de dar los buenos días entre sus pupilos. Sin embargo, al poco tiempo la composición cambió y se popularizó como Happy birthday to you.

Esta canción es increíblemente popular dentro y fuera de las fronteras de los Estados Unidos, siendo traducida a muchos idiomas. Su versión en castellano, Cumpleaños feliz, se usa en muchos países o es la inspiración para otras composiciones de ese tipo. Es un hecho recurrente en casi todas las culturas el acto de homenajear al cumpleañero con esta canción antes de apagar las velas.

Con batuta en mano

Sin duda la identidad se impone cuando de tradición se trata, por ello no ha de extrañar que existan países que literalmente hayan tomado la batuta para realizar sus propias composiciones de cumpleaños alejándose completamente de la iniciativa de las hermanas Smith-Hill.

Hurra for deg o Hurra por ti, es la canción de cumpleaños en Noruega, en donde mientras se canta, niños y adultos bailan una coreografía. Fue compuesta por la también maestra y además escritora Margrethe Munthe. La música está inspirada en una canción tradicional de ese país y esta versión se publicó en 1911.

En 1969, inspirada en los libros de cuentos infantiles de Eduard Uspensky, se estrena en la pantalla chica de la Rusia soviética la serie animada Cheburashka, que rápidamente contó con la aceptación del público. Los éxitos continuaron y en 1970 se estrenó el episodio El cocodrilo Guena, cuya emisión inicia con este amable reptil sentado en una banca, durante un día lluvioso, con un acordeón cantando el tema Пусть бегут неуклюже o Que corran torpemente, con el fin de dejarles saber discretamente a todos que ese día es su cumpleaños.

A pesar de su toque melancólico la canción, que reza “lamentablemente, el cumpleaños es sólo un día al año”, ganó tal popularidad entre grandes y chicos que se institucionalizó como el tema para cantarle al festejado en su día. También se conoce como La canción del cocodrilo Guena, cuya música fue compuesta por Vladimir Shainsky.

En mi infancia cuando la visita de mi abuela paterna coincidía con el cumpleaños de un miembro de la familia, ella ordenaba que se pusiera Las mañanitas al despertar o para despertarnos como una forma de felicitación. Muchos años después comprendí que mi abuela disfrutó como espectadora de la Época de Oro del Cine Mexicano, que tuvo una gran influencia en América y de donde debió haber adoptado esta costumbre.

Esta canción, conocida en todo el mundo, muchas veces es entonada para el cumpleañero, no como la canción principal sino más bien como un complemento. Si bien en la cultura mexicana no se conoce otra canción más que Las mañanitas, sin embargo, la globalización ha dejado colar en algunas esferas Happy birthday to you o su versión en castellano.

Las mañanitas es una oda a la tradición del mariachi o el serenatero que al alba va a despertar a su amada con una felicitación el día de su santo. Originalmente era dedicada a féminas, pero al arraigarse en la cultura de ese país se usa para ambos sexos cambiando de “las muchachas bonitas” a “los muchachos bonitos”. Su origen es desconocido, pero se piensa que durante el siglo XX se estableció la canción que conocemos hoy.

Nosotros

A principios de los años cincuenta del siglo XX Luis Cruz no era el respetado músico de hoy día, sino un joven estudiante que daba sus primeros pasos en el mundo de la composición. Un lunes Rebeca Sorondo, la novia de un compañero de clases, le pidió como regalo de cumpleaños una canción para el viernes, que era cuando lo festejarían. “Bueno, yo he hecho cuatro canciones, si me sale algo de aquí al viernes voy y te la canto”, comentó Cruz muchos años después en público y agregó “no podía hacer nada amoroso, porque ella era la novia de un amigo, así que fue difícil inspirarme”. Sin embargo, dos días después ya estaba listo para para cantar con algo de timidez la canción que poco después se conoció como el cumpleaños venezolano. “Recuerdo que en la fiesta había una viejita que después de escucharla me dijo: ‘qué canción tan bella, a lo mejor con el tiempo se vuelva famosa’, lo que jamás imaginé, que tendría tal trascendencia”, agregó el compositor caraqueño que falleció en el año 2012 en Barquisimeto.

A pesar de que se hizo una grabación del tema no fue sino en el año 1964 cuando la creación de Luis Cruz alcanzó increíble popularidad en la voz de Emilio Arvelo, quien hizo una versión con una introducción y un final que incluía la canción de las hermanas Smith Hill y se conoció internacionalmente como Ay, qué noche tan preciosa. Desde entonces se ha instaurado en el imaginario de todos los venezolanos como la canción para los cumpleaños pasando a ser parte de la identidad nacional.

Hace algunos años Arvelo comentó en una entrevista para Últimas Noticias: “yo era un hombre serenatero, era lo que me gustaba. Recuerdo que iba con mi hermano, el tocaba el arpa, a dar serenata a las conquistas, novias y, por supuesto, íbamos a las fiestas a cantar cumpleaños. Para esa época yo ya conocía la canción de Luis Cruz, porque él la había grabado con el Trio los Latinos”.

Todo cambió el día en que el autor le ofreció al intérprete que grabara la canción, “cuando Cruz la escuchó se le salieron las lágrimas y me dijo: ‘me alegra que hayas tomado la decisión de grabarla’, él fue para mí un hermano”, comentó Arvelo, quien confesó quedarse perplejo al ver cómo los buhoneros vendían en las calles el disco de 45 revoluciones de Ay, qué noche tan preciosa. “Las personas hacían colas para comprarlo. Un amigo me decía que ese disco es como José Gregorio Hernández: porque en cada hogar de Venezuela está el disco y la estampita”.

Emilio Arvelo, hablando con honestidad y lucidez sobre sus éxitos y fracasos decía que tuvo un disco que solo compró su hermano y porque era el autor de un tema, pero con la misma humildad comentó cómo compartió el escenario con luminarias de la época, como Alfredo Sadel, Lila Morillo, Mirtha Pérez, Héctor Cabrera, María Teresa Chacín y Trino Mora. “En esa época había que trabajar muchísimo para pegar un solo tema”.

Su tema Soledad sin ti se escuchó mucho en México, por lo que Armando Manzanero gestionó que el cantante se presentara por dos fines de semana en Acapulco. “Estando en México tuve la oportunidad de cantarle cumpleaños a Libertad Lamarque, en una fiesta en la que estaban Javier Solís, Vicente Fernández y Armando Manzanero. Ella me dijo ‘¿qué cantás, mi vida? Que cantás como los angeles’. Después me explicó que el mexicano adora Las mañanitas, pero que el tema era muy bello y que le había gustado mi voz”, comentó el galardonado cantante.

Una, dos, tres y pare de contar…

Como dije antes, en Venezuela la canción de cumpleaños por excelencia es Ay, qué noche tan preciosa, sin embargo, no hay una, ni dos, ni tres, sino muchas otras canciones con las que se puede honrar a alguien en su onomástico. Es muy probable que esto suceda solo en este país y los motivos podrían ser la naturaleza festiva del venezolano, su deseo de querer renovarse o simplemente que prolifera la inspiración de artistas y compositores.

En ese sentido se pueden conseguir temas como Cumpleaños venezolano compuesta por José Sifontes, grabada y popularizada por Serenata Guayanesa en 1976; Un año más en tu vida, de Tambor Urbano; Un feliz cumpleaños, de Luis Silva y otros más, en los que podemos encontrar versiones llaneras y gaiteras.

Descargar: Cumpleaños venezolano - Serenata Guayanesa

Todas estas canciones de cumpleaños, a excepción de la de Luis Silva que tiene una orientación más religiosa, abordan temas alegres, el contacto con la naturaleza, regalos y buenos deseos. Algunas versiones llaneras también incluyen el costumbrismo y la vida del campo, pero sin dudas todas buscan celebrar la vida.

De Reynaldo Armas "15 años" no es precisamente una canción de cumpleaños, pero no es extraño escucharla en este tipo de celebración, porque hace patente el cambio de niña a mujer, la melancolía del padre y de nuevo los buenos deseos.

“15 años que se amoldan a tu talle. _ 15 años para sentirte mujer_

Recibe de mi parte 15 besos, abrazados al cariño, que allá en ti deposité.

Las flores se merecen siempre flores, de los más bellos colores

Para forjar su vergel

Dios te bendiga, bella, hoy, mañana y siempre
Que el sol que encuentres
Cuide siempre tu esplendor”

Y, por supuesto, como el humor no escapa de lo venezolano, no podemos dejar de mencionar el Cumpleaños Foli, una composición de César Sierra de Alpargata Cantorum y de Folie Vergué Takititá con la música de Ay, qué noche tan preciosa, que relata las desafortunadas aventuras de un invitado a una fiesta de cumpleaños.

“Ay, qué noche tan pavosa

es la noche de tu día

qué tremenda porquería

que aburrida reunión.

Tus más íntimos amigos

y un bojote de “coleaos”

con el Whisky “adultarao”

cogimos sendo ratón”

Descargar: Cumpleaños Foli - Foli Vergué. Takititá

Las más entonadas

Es común no tener en cuenta que cada canción de cumpleaños tiene un récord de ser la más cantada: por ejemplo, en Venezuela la canción más cantada es Ay, qué noche tan preciosa y esto se debe a que miles de personas cumplen años todos los días y muchas veces a la misma persona se le canta cumpleaños más de una vez en su día.

Lo mismo pasa con Happy birthday to you y Las mañanitas, que encabezan la lista de las más entonadas no sólo por el mismo principio sino porque la industria cinematográfica y televisiva de cada uno de sus países de origen ha promovido enormemente su difusión.

Somos como somos…

La luz de la vela iluminado tu rostro en la oscuridad rodeado de tus más íntimos amigos es una escena que vivimos y protagonizamos la mayoría, así crecimos, sabiendo que después de la total oscuridad y los aplausos tendríamos un pedazo de torta humedecida por la gelatina y el melao del quesillo. Al final, no importaba si habías recibido o no regalos, pero este momento era seguro y siempre feliz. Un ritual de una sola vez al año, pero que se repetía con cada miembro de la familia.

Y si tenías la desdicha de cumplir años en época escolar no podemos olvidar la deplorable costumbre de la “salita” de cumpleaños, que consistía en darle palmadas y golpes al cumpleañero de turno.

Hoy día he notado con un poco de tristeza que entonar la canción de Cruz y Arvelo genera tedio. Algunos piensan que es muy larga o lenta y olvidan que es parte de nosotros, de muestra identidad. La cosa se agrava si pensamos en las nuevas generaciones de venezolanos que crecen fuera de las fronteras y que sus propios padres no hablan con ellos de las costumbres y tradiciones de nuestra tierra, porque además, en muchos casos, no las conocen.

Es posible que en Estados Unidos haya gente que piense que su canción de cumpleaños es simple y corta, en Rusia habrá quien crea que la de ellos es triste para una festividad, en Noruega quien se sienta ridículo al tener que bailar y en México aquel que piense que su canción en realidad es un cuento costumbrista, sin embargo, antes de apagar las velas todos siguen cantando lo mismo porque es parte de su identidad, no se avergüenzan ni piden disculpas por ser como son.

Como venezolanos debemos sentirnos orgulloso de ser parte de esos pocos países que han tomado la batuta no una sino muchas veces y tener en cuenta que si vas al cumpleaños de un argentino, mexicano, ruso o de las nacionalidad que sea, no vas a dejar de cantar su canción simplemente porque el venezolano invitado no se la sabe. Ahora que sabes todo esto, la próxima vez, con orgullo, toma aliento y canta Ay, qué noche tan preciosa, es la noche de……