Cristóbal de Mendoza

Cristóbal de Mendoza

Nació en Trujillo (Edo. Trujillo) el 23 de junio de 1772. Estadista, jurisconsulto, historiador. Periodista. Fue el primer Presidente de Venezuela (1811).

Hijo de Luis Bernardo Hurtado de Mendoza y de Gertrudis Eulalia Montilla Briceño. Recibe esmerada educación en su ciudad natal y. desde temprana edad muestra predilección por las Humanidades A los 16 años marcha a Caracas para estudiar en la Universidad donde cursa el bachillerato en Artes (Filosofía) hasta 1791, y luego alcanza los grados de Licenciado y Maestro (1793). Se enrumba por la carrera de Derecho y viaja a la isla de Santo Domingo. Allí, en la Universidad de Santo Tomás de Aquino, obtiene en 1794 el título de Doctor en ambos Derechos (Civil y Canónico).

De nuevo en Venezuela, regresa a su ciudad natal, trabaja junto con Antonio Nicolás Briceño (el Viejo). Pasa luego a Mérida donde practica la abogacía en 1795; ese mismo año ejerce la docencia como profesor de Filosofía en el colegio seminario de San Buenaventura de Mérida. A fines de 1796, se halla en Barinas realizando otras prácticas de su profesión legal al lado de los abogados Faustino de la Plaza y Manuel Antonio Valcarce Pimentel. Luego se traslada a Caracas donde en 1797, culmina su ya vasta y profunda preparación de jurisconsulto y abogado al lado de los juristas Francisco Espejo y Juan Francisco Zárate. El 10 de julio de este año la Real Audiencia de Caracas le confiere el título de Abogado. Profesión que ejercerá en diversas poblaciones.

Se instala primero en Barinas donde contrae matrimonio con Juana Briceño Méndez Mendoza. Con los proventos de su actividad profesional adquiere propiedades alternando el ejercicio del derecho con las actividades agrícolas. En 1798 es nombrado protector de naturales de la entonces provincia de Barinas (que comprendía el Apure) y como tal dedica sus desvelos a la defensa jurídica de los indígenas desvalidos.

En 1799 tuvo que litigar contra el comandante político y militar de la provincia, coronel Miguel de Ungaro y Dusmet, en defensa de un grupo de agricultores barineses. A comienzos del nuevo siglo habiendo enviudado, Mendoza contrajo segundas nupcias con Maria Regina Montilla del Fumar emparentada con José Ignacio del Pumar, marqués de Boconó y de las Riberas del Masparro. En enero de 1807 Cristóbal de Mendoza fue elegido Alcalde de primer voto del Cabildo de Barinas, pero el coronel Ungaro y Dusmet se opuso al nombramiento alegando el parentesco de Mendoza con los miembros del Cabildo; finalmente, en marzo de 1808 la Real Audiencia le dio la razón a Mendoza. Hacia esa época perdió a su segunda esposa.

Primer presidente de Venezuela

Cuando estalla el movimiento del 19 de abril de 1810, fue de los primeros en sumarse desde Barinas a los patricios de Caracas. El 5 de mayo de ese año se organiza una junta de Gobierno local, de la cual Mendoza es Vocal Secretario. El 7 de mayo los patricios de Barinas acaudillados por Mendoza, lanzan la consiga “Paz y tranquilidad son nuestros deseos. Morir o ser libres nuestra divisa”. Y esa tónica la mantendrán en posteriores documentos. Para representar a la provincia de Barinas en el Congreso Constituyente de 1811. Son elegidos diputados entre otros Cristóbal y su hermano Luis Ignacio Méndez. Cristóbal no llega a actuar en el Congreso En efecto; mientras se halla aún en Barinas cumpliendo sus funciones en la Junta de Gobierno disponiéndose a viajar a la capital para ocupar su lugar en el Congreso, este cuerpo, en su ausencia, le confiere el honor de designarlo el 5 de marzo de 1811 a la cabeza del Triunvirato Ejecutivo que ejercería al gobierno del país haciendo así de él el primer Presidente de la Venezuela que estaba ya en vías de convertirse en Estado soberano. Formaban el Triunvirato además de Cristóbal de Mendoza Juan de Escalona y Baltasar Padrón, quienes se turnaban semanalmente en el ejercicio de la Presidencia. Cuando se instaló el Poder Ejecutivo en la tarde del 6 de marzo de 1811, le correspondió a Mendoza como primer nombrado, ejercer la Presidencia y así se hizo constar; mientras él llegaba, lo sustituyó interinamente Manuel Moreno de Mendoza, “...uno de los tenientes para suplir ausencias y enfermedades de los principales...”. Mendoza llegó luego a Caracas, y se incorporó el 25 de abril, ejercía también la Presidencia cuando el Congreso Constituyente declaró, el 5 de julio de 1811, la Independencia de Venezuela. Le correspondió igualmente refrendar, en primer lugar en su calidad de Presidente del Triunvirato, el Acta de la Independencia que una comisión del Congreso presentó al Ejecutivo Plural el día ocho.

El 14 de agosto de 1811 casó en terceras nupcias con Gertrudis Buroz Tovar. Con sus otros colegas triunviros, Mendoza cumplió sus deberes al frente del naciente Estado, hasta que en marzo de 1812, de acuerdo con la Constitución sancionada en diciembre anterior, el Congreso designó un nuevo Ejecutivo Plural. A la caída de la Primera República, a mediados de ese año, Mendoza logra refugiarse en la Nueva Granada (Colombia). Está en Cartagena y en Tunja y, al saber que el brigadier Simón Bolívar se apresta a libertar a Venezuela, se une a él a comienzos de 1813 y se convierte en uno de sus principales colaboradores. Bolívar lo designa Gobernador Político de Mérida, ciudad que se incorpora en mayo de ese año a la causa republicana. Allí está ya Mendoza cuando llega Bolívar, que hace su entrada triunfal el 23 de mayo. Prosigue la campaña al lado de Bolívar, quien lo nombra Gobernador Político de la Provincia de Caracas Juntos entran en la capital el 6 de agosto de 1813. Durante la guerra a muerte Mendoza atiende a todo: administración política, Impuestos, víveres, pertrechos y vestuarios para el ejército, hospitales, patrullaje cívico, vigilancia de espías y desafectos.

En el Cabildo Abierto celebrado en Caracas el 14 de octubre de 1813 es él quien propone formalmente que se le confiera a Simón Bolívar el título de Libertador, lo cual es aprobado por los miembros del municipio, los notables y el pueblo. Sigue activo al lado del Libertador. Su participación se destaca en la Asamblea popular de Caracas el 2 de enero de 1814, en la cual se lo ratifica a Bolívar el mando supremo. Al por la ciudad de Caracas bajo el empuje de las fuerzas de José Tomas Boves en julio de 1814. Mendoza y su familia logran salvarse y luego de recorrer varias islas antillanas se refugian en Trinidad. Desde el exilio, contribuye en lo posible al éxito de la causa republicana divulgando su ideario. Regresa a Caracas con su familia a fines de 1821 y es nombrado Presidente de la Corte Superior de Justicia del departamento de Venezuela. Comparte sus actividades jurídicas con el estudio de la historia redactando un proyecto para escribir la de la Independencia y acopiando documentos para ello.

En 1825, Mendoza renuncia a su puesto en la Corte Superior y se dedica al ejercicio de su profesión, a la vez que promueve actividades de utilidad pública como la de construir una carretera entre Caracas y La Guaira, en vez del camino de recuas que entonces existía: empresa que no llega a realizarse entonces. A pesar de no haber sido candidato, obtiene la mayoría de los votos para Vicepresidente de la República emitidos en el departamento de Venezuela en las elecciones de 1825.

Labor como periodista

En 1819 y 1820 envía al Correo del Orinoco, periódico que se publica en Angostura, .artículos firmados por “Un Patriota”, en los cuales desarrolla temas cívicos y de política internacional, combatiendo especialmente los proyectos de fundar monarquías en América.

Junto con otro jurista colega suyo, Francisco Javier Yanes, edita del 1 de enero de 1824 al 31 de marzo de 1825, el periódico El Observador Caraqueño que promueve principios de civismo, libertad, republicanismo y justicia y, en las páginas del cual publican Mendoza y Yanes documentos históricos sobre la revolución emancipadora, empezando con los de los movimientos precursores, como el de Juan Francisco de León de 1749. Además reunía artículos de índole filosófico y político, con una evidente intensión educativa.

El Observador Caraqueño Nº 1

En 1826, Mendoza y Yanes inician la edición de la primera obra histórica de gran envergadura para el estudio de Bolívar y su época, titulada Colección de Documentos relativos a la vida pública del Libertador de Colombia y del Perú, Simón Bolívar, la cual llegó a tener 22 tomos, (la mención de “Colombia”, en el título, aludía a la Gran Colombia de la época de Bolívar y por consiguiente incluía a Venezuela y al Ecuador).

En abril de 1826, coincidiendo casi con el estallido en Valencia del movimiento de “La Cosiata”, Mendoza fue nombrado Intendente del departamento de Venezuela, por el vicepresidente Francisco de Paula Santander desde Bogotá. Apenas posesionado, tuvo que enfrentar aquel movimiento revolucionario, e intentó, sin éxito, impedir que Caracas se uniera a la rebelión iniciada en Valencia. Ante el hecho consumado, se esforzó en calmar los ánimos hasta la llegada del Libertador, a fin de evitar la guerra civil. En la Asamblea celebrada en Caracas a comienzos de noviembre de 1826, se enfrenta a los enemigos de Bolívar y a los que proponen la disolución de la Gran Colombia. Poco después el general José Antonio Páez le ordena salir del país, lo cual hace el 27 de aquel mes, hacia la isla de Saint Thomas, mientras que su familia permanece en Caracas. Cuando el Libertador regresa a Venezuela a fines de 1826 y restablece la paz en enero de 1827, destaca públicamente la probidad de Mendoza, confía a su hijo Eugenio el mando de la primera guardia que tiene en Caracas y llama urgentemente al estadista desterrado, a quien entrega de nuevo la Intendencia.

Últimos años

A comienzos de 1828, a pesar de sentirse enfermo, Mendoza, instado por el Libertador, piensa en separarse del cargo para ir a Ocaña, como representante de Mérida en la Convención Nacional pero Páez se opuso porque “...dejando Mendoza el puesto, se abre la puerta a la corrupción y mala fe de los empleados; este hombre les impone respeto por su saber, probidad y severidad. y tiene también a los godos (los españoles) en continuas zozobras...”, según se lo escribía el propio Páez a Bolívar el 21 de enero de aquel año. Era el mejor elogio, viniendo de quien un año antes había tenido serias desavenencias políticas con Mendoza… Su grave enfermedad, de todos modos, le impedía viajar. A mediados de 1828 renunció a su cargo de Intendente retirándose a las afueras de Caracas donde falleció el 8 de febrero de 1829.

Referencias

Diccionario de Historia de Venezuela, Fundación Polar, Caracas, 1988

El Observador Caraqueño, reproducción facsimilar, Academia Nacional de la Historia, Caracas, 1982