La Navidad de una familia croata en Venezuela

La Navidad de una familia croata en Venezuela

María Myrna Miletić de Miskiewicz*

Mis padres, Franjo y Thea Miletić, emigran de Croacia en mayo de 1945 y solicitan amparo en el Campo de Refugiados en Krumpendorf, Austria, bajo la protección de la Organización Internacional de Refugiados.

Mi nacimiento ocurre el 22 de julio de ese mismo año en un entorno muy difícil y de grandes carencias, cuyas consecuencias de salud he llevado a lo largo de mi vida, al igual que otros amigos contemporáneos que compartieron la misma triste historia. Algunos de ellos morirían muy jóvenes.

En la primera oportunidad que se nos presentó, mi padre Franjo solicita, y se le concede, viajar en el barco General Sturgis junto a mi madre y conmigo a Venezuela, país al que llegamos el 1º. de octubre de 1947. Unos días después, la Oficina de Inmigrantes nos traslada a El Trompillo y nos ubica en barracas atendidos por personal sanitario, maestros y un capellán.

Tarjeta de registro de inmigrantes de María Myrna Miskiewicz , diez días después de haber llegado a Venezuela

Pocos meses después, el grupo conformado por inmigrantes croatas, polacos, rusos, eslovenos y de otras nacionalidades se va ubicando a lo largo y ancho del país y papá decide que nos instalemos en la capital, Caracas.

Aún con las dificultades propias de todo inmigrante, tales como, el desconocimiento del idioma, la falta de recursos económicos y la nostalgia por la familia y por la lejana patria, nos sentimos desde el primer momento, bien recibidos por los venezolanos quienes siempre nos brindaron una cálida hospitalidad.

Recuerdo desde mi más tierna infancia, que en nuestro hogar familiar se seguían todas la tradiciones religiosas, gastronómicas y culturales en general y siempre se mantuvo la costumbre de hablar croata en familia.

Hoy quiero referirme a la Navidad que en Croacia comienza el día de San Nicolás (Sveti Nikola), protector de los niños. Un hombre de la comunidad se viste de obispo y viene cargado con regalos para los niños que se hayan portado bien durante el año y a cada uno de ellos le lee los consejos para un mejor comportamiento para el año siguiente. Esta festividad se ha celebrado en la Comunidad Croata de Venezuela de manera ininterrumpida desde nuestra llegada al país, en la sedes de Viento a Cristo, El Paraíso, en el antiguo Consulado General de Croacia y en el Hogar Croata de Chacao, sede social y cultural de la Comunidad.

El 13 de diciembre, día de Santa Lucía, se remojan las semillas de trigo en unos platos llanos dispuestos para ello y los brotes llegan a alcanzar una altura de unos 15 centímetros en la Nochebuena. El conjunto se rodea de la cinta tricolor patria (rojo, blanco y azul) y en el centro se coloca una vela roja, que presidirá la mesa de la Nochebuena, de la Navidad, día de San Esteban y el Día de Reyes, como símbolo de que aún en las épocas más frías existe vida.

Recuerdo que todos los días del mes de diciembre mis padres entonaban canciones navideñas croatas a dos voces, papá era barítono y mamá soprano, ambos habían pertenecido a grupos corales y era un verdadero acontecimiento escuchar en sus privilegiadas voces los hermosísimos cánticos navideños croatas que nunca olvidaré y según la tradición auguran tiempos mejores. En la tarde del 24. 12. papá colocaba unas ramas de pino natural adornándolas con nueces, galletas de miel (medenjaci) y papeles multicolores y un pequeño nacimiento musical de cuerda con la melodía Noche de Paz, el cual duró más de 40 años.

Ese día seguíamos la vieja tradición católica del ayuno y la abstinencia, consumiendo como única comida del día, una cena temprana: el bacalao preparado con papas, ajo, perejil, pimienta blanca y aceite de oliva, y de postre galletas típicas variadas (medias lunas de almendra, galletas de pimienta negra, de nueces y de otros frutos secos) y los adultos, una copa de vino blanco. Luego, a medianoche, íbamos a la Misa de Gallo en la Iglesia de Pagüita, oficiada por el capellán de la Comunidad Croata de Venezuela Rev. Padre Tomo Marković S.J. donde se entonaban canciones típicas navideñas croatas. Era una hermosa oportunidad de compartir la felicitación de Navidad con los amigos de la Colectividad y que se continuó realizando, al paso del tiempo, en la Iglesia de la Chiquinquirá en La Florida, en el Colegio San Ignacio de Loyola y en el Hogar Croata de Chacao.

El Día de Navidad en nuestro hogar se respiraban deliciosos aromas de la comida croata. El almuerzo navideño lo constituía una típica sopa de Zagreb (govedska juha s noklicama), sarma (hojas de repollo rellenas y cocidas con carne ahumada y repollo agrio), pavo horneado, mlinci (láminas de pasta casera cubiertas con los jugos del pavo horneado), ensalada de remolacha; de postre, rollos de nueces y de amapola y vino tinto.

El día siguiente a la Navidad, 26 de diciembre, se celebra en Croacia el día de San Esteban y es feriado en todo el país. El Papa Francisco señaló en su homilía en el Angelus de la fiesta de San Esteban, protomártir, que dicha celebración está en plena sintonía con el significado profundo de la Navidad, él es el símbolo de la lucha por la justicia y la paz.

En muchas regiones croatas todavía se conserva la costumbre de felicitar la Navidad los días 25 y 26 de diciembre y el 1º. Y 6 de enero.

Las decoraciones navideñas se dejan hasta el día de Reyes dando por finalizada la Navidad.

Boda Civil. 29 de mayo de 1970

Estas fueron las tradiciones navideñas seguidas durante mi infancia y juventud en el hogar familiar con mis padres Franjo y Thea y mis hermanos Hrvoje y Branimir.

En 1970 contraigo matrimonio con Drago Miskiewicz Malvić y nos vimos bendecidos con nuestros hijos Diego y Vila quienes han disfrutado con intensidad estas hermosas tradiciones croatas en familia y con amigos.

Hoy, tristemente nos han dejado mis padres, nuestro querido hijo Diego y mi siempre recordado hermano Hrvoje.

Nos toca a Drago y a mí ahora, celebrar en solitario la Navidad en Venezuela; y nuestra amada Vila, también en solitario junto a su esposo Alonzo, nuestro querido yerno, en la lejana Irlanda con el recuerdo de su patria Venezuela y la de sus ancestros.

\Internacionalista.*