Las crecidas del Orinoco. Del mito al hecho

Las crecidas del Orinoco. Del mito al hecho

Las civilizaciones humanas suelen desarrollarse cerca de los ríos por razones obvias, los egipcios construyeron su vida cerca del inmenso Nilo, Paris se ha desarrollado en las riberas del Sena y más contemporáneo a nosotros Nueva York ha avanzado acompañado por el río Hudson. Eso explica que la historia de esas civilizaciones parezca determinada por la fuerza de las aguas, tanto para bien como para mal. Era inevitable entonces que parte de la vida de los venezolanos parezca signada por el fluir de ciertos ríos, en este artículo nos interesa aproximarnos un poco al Orinoco, la grandiosa serpiente amarilla.

Todo venezolano debería aproximarse alguna vez a este gigante para navegar sus aguas y vislumbrar su propia pequeñez, pero no para humillarse, sino para comprenderse como participante de algo más grande. El Orinoco recorre 2140 kilómetros, nace en el cerro Delgado Chalbaud de la Sierra de Parima a 1047 msnm, en la frontera con Brasil y desemboca en el océano atlántico por el Delta del Orinoco que posee una extensión de 30.000 km2 con 300 km de costa, una desembocadura de 17 bocas, 36 brazos y unos 300 canales. Durante la temporada de lluvias el Orinoco puede alcanzar un ancho de 22 kilómetros en San Rafael de Barrancas y más de 100 metros de profundidad. Como es evidente se trata es una fuente hídrica invaluable que mantiene un sinnúmero de especies vegetales y animales, además es rico en numerosos minerales.

Orinoco, 1976

Se cree que su nombre: Orinoco se debe al pueblo hoy extinto que dominaba las aguas de este río los Otomacos, sin embargo otras fuentes aseguran que es una palabra de origen warao que puede traducirse como lugar para remar.

Como todos los ríos el Orinoco ha sido escenario de números acontecimientos como la batalla naval de Sorondo, expediciones tan importantes para el mundo como el encuentro de Colón con su Delta o la de Diego de Ordaz en 1531; los artistas han encontrado la inspiración en sus aguas y podríamos ir desde la gaita de Rincón Morales, hasta convertirlo en protagonista de obras como El soberbio Orinoco de Julio Verne o la del Padre Gumilla El Orinoco Ilustrado y Defendido; o presentir sus formas y luces a través de las obras de Jesús Soto, así sus aguas han alimentado un sinfín de mitos como el de las sirenas, la serpiente emplumada o la gran inundación.

LA GRAN INUNDACIÓN

Amalivaca (mural) César Rengifo

Si hay un mito que se repite en casi todas las religiones y especialmente entre los indígenas venezolanos es el de Gran Inundación, el mito cuenta como por algún error humano como romper una piedra, arrancar una planta o no cumplir con los preceptos de los dioses se produce una devastadora inundación, el río crece acabando con hombres, animales y plantas, casi siempre sobrevive una pareja o un grupo pequeño de humanos y los dioses, siempre benignos, reconsideran su decisión y ayudan a repoblar la tierra con animales y frutos nuevos.

Uno de los mitos más conocidos es el mito tamanaku de Amalivaca, que afirma que el dios que navegó el mundo en su curiara junto a su hermano Vochi y sus dos hijas durante la gran inundación, cuando encontró a una pareja de tamanacos en un cerro, entonces los ayudó a repoblar la tierra con las semillas del moriche y pintó el sol y la luna en el Tepú-méreme como recuerdo de lo ocurrido.

Por su parte los Sanemá-Yanomami cuenta como Wasulumani, la gran guacamaya roja que habita en el cielo decidió castigar a los hombres porque mataban más aves de las que podían comer, entonces incendió la tierra, fue entonces cuando Sahelí, el pez temblador hizo crecer los ríos e inundó la selva arrastrando los cadáveres quemados de los hombres y sólo se salvó Pootilí y su mujer Waipiloshomá padres de todos los Sanemá.

Petroglifo, San Esteban. Edo. Carabobo

Los waraos por su parte refieren como después de llover durante meses el río creció y sólo pudo salvarse una pareja que repobló el mundo. Entre los maipures el mito se denomina Veni-murráre y los achaguas le dicen Catena Manda: Sumergido totalmente en el agua.

Lo cierto es que desde ese tiempo sagrado el ciclo se repite cada año el Orinoco crece generalmente son unos pocos centímetros pero en ocasiones el río se desborda ahogándolo todo y obligando al hombre a reconstruir el mundo.

CRECIDAS HISTÓRICAS

En nuestro tiempo alejado de mitos e historias sagradas el río cada cierto tiempo alcanza niveles históricos, esto ocurre entre los meses de mayo y agosto cuando tiene su punto más alto debido a la época de lluvias, además en el Orinoco confluyen 96 ríos mayores como el Meta, Capanaparo, Apure, Arauca, Caura, Cuchivero, etc. estos a su vez también presentan sus propias crecidas.

Durante el siglo XIX se registraron inundaciones importantes ocasionadas por el Orinoco en los años 1844, 1854, 1864, 1872 y 1890 pero ninguna fue tan significativa como para cubrir la Piedra del Medio, esta es una formación de granito que se encuentra en el cauce del Orinoco entre Ciudad Bolívar en el estado Bolívar y Soledad en el estado Anzoátegui, tiene 52 metros de alto, una longitud de 350 metros y 100 metros de ancho. Humboldt la consideró “una excelente herramienta natural para medir la variación del nivel del Orinoco” Es precisamente en el lugar donde se encuentra la Piedra del medio que el río se hace angosto y que otorga el nombre antiguo a la ciudad: Angostura.

El Cojo Ilustrado, 1892

Entre las crecidas más devastadoras podemos señalar la ocurrida el 10 de agosto de 1892 cuando el río alcanzó la cota máxima e histórica de 18.73 metros sobre el nivel del mar, otros científicos como Agustín Codazzi y Tavera Acosta aseguran que llegó a los 19,14 m.s.n.m, cubriendo la Piedra del Medio.

El 18 de agosto de 1943 el Orinoco llegó a los 18,03 msnm, ese año Medina Angarita ordenó la colocación de una placa de mármol en la Esquina del Sordo que señalaba el nivel alcanzado por el agua.

El Cojo Ilustrado, 1892

En 1976 el 24 de julio el río alcanzó los 17 msnm y cuatro días después se ubicaba en 17.42 msnm finalmente la crecida alcanzó los 18,05 metros y permaneció en ese nivel durante dos días. El 13 de agosto de 1998 el río alcanzó otro pico al llegar a 17.08 msnm.

En el siglo XXI la crecida más significativa ocurrió el 15 de agosto de 2010 cuando el Orinoco alcanzó los 16,52 msnm. Ese mismo año en Caicara del Orinoco, el nivel se estabilizó en 33,09 msnm. Este año 2018, mientras escribimos este artículo el Orinoco mantiene al menos a seis estados en Alerta.

Así como afirmaba Heráclito que “Entramos y no entramos en los mismos ríos. Somos y no somos” de esa misma forma los venezolanos nos enfrentamos al mismo río que ya no es, incapaces de saber que somos solemos ahogarnos en las mismas aguas, esperando que las crecidas no lleguen aun cuando sabemos que lo harán.

RESEÑA BIBLIOGRÁFICA

El cojo Ilustrado. 1 de noviembre de 1892. Año 1. No 21. Caracas.

Diccionario de Historia de Venezuela. Fundación Polar. Editorial Ex Libris. Caracas. 1988.

Silva León, Gustavo. "La cuenta del río Orinoco: visión hidrográfica y balance hídrico". Revista Geográfica Venezolana. Vol 46(1) 2005. pp. 75- 108.

http://orinocopadrerio.blogspot.com/2013/10/las-grandes-crecidas-del-rio-orinoco.html

http://www.correodelcaroni.com/index.php/cdad/item/47224-la-gran-crecida-del-orinoco

http://www.acading.org.ve/info/publicaciones/libros/pubdocs/LOS_PAPELES_DR_RAFAEL_DE_LEON.pdf