En 2011 el país vivió la repatriación de las reservas de oro de la nación. Un evento que implicó cobertura televisiva, caravanas por las calles y un discurso oficial a tono. "Ese oro viene al lugar de donde nunca ha debido salir ¿Dónde? Las bóvedas del Banco Central de Venezuela, no del banco de Londres o el banco de Estados Unidos o el banco de Inglaterra", dijo Hugo Chávez desde Miraflores. Pero la circunstancia económica ha hecho que el oro salga del BCV, sin actos ni discursos, incluso sin una información pública detallada acerca de su destino. Lo único que ha dicho al respecto el presidente del BCV, Nelson Merentes, es que se ha tomado la decisión de hacer “swap para buscar liquidez", es decir, operaciones donde se negocia la permuta de oro por efectivo que, al cabo de un tiempo, debe ser reembolsado. “Hay de tres años, cuatro años. Cada uno tiene una característica diferente. Lo hemos hecho con muchos bancos”.
“Toda la arquitectura financiera que permita un commodity (mercancía) como el oro, el petróleo, la vamos a hacer. Si las condiciones son las adecuadas (…) todo eso está pensado. No se puede descartar ninguna idea”, dijo Merentes.
Lo poco que se sabe sobre estas operaciones apunta a que desde 2014 se comenzó el uso de las reservas de oro con el Banco de Pagos Internacionales en Basilea para levantar recursos. En 2015, la nación hizo al menos dos intercambios de oro con el banco Citibank con opción de recomprar en un futuro esos lingotes, según información que maneja la agencia Reuters. Hay versiones diversas sobre tales operaciones, pero los analistas estiman que los swaps de oro monetario alcanzaron a 3.533 millones de dólares al cierre de 2015.
A inicios de este año se negociaron con el banco de inversión alemán Deutsche Bank operaciones de canje de oro monetario. Se estima que en enero se exportaron a Suiza 35,8 toneladas netas de oro que equivalen a un monto cercano a 1.500 millones de dólares. La más reciente información da cuenta de que Venezuela exportó unos 456 millones de dólares en oro en febrero, según datos de la aduana de Suiza. No se sabe si este último mineral sería utilizado para realizar operaciones financieras, pero no sería de extrañar dado el déficit en las cuentas externas de la nación, que algunos ubican alrededor de 30 mil millones de dólares.
Estas operaciones, que no son extrañas en el mercado, tienen una peculiaridad en el caso venezolano, un país cuyo Banco Central sólo reportó en enero la compra de 77 millones de dólares de Pdvsa, que es el principal proveedor de divisas de la nación. Venezuela recurre a los swaps de oro para levantar efectivo debido a su casi inexistente flujo de caja, pero es esta misma circunstancia la que puede poner en riesgo el oro empeñado si la nación, vencidos los términos pactados, no tiene los recursos para cancelar por el efectivo recibido. La propiedad del oro está en riesgo.