Chicharras, cigarras, cicadas, coyuyos, como usted prefiera llamarle. Todos las conocemos bien: unos "bichos" de un tamaño considerable, parecidos a las cucarachas, pero más ruidosas, con grandes ojos y una fascinación para lanzarse a bocajarro en contra de la cabeza de sus aterradas víctimas, los humanos (un dato curioso, es que las chicharras son atraídas por el sonido de las herramientas eléctricas).
Me atrevo a decir que todos los venezolanos hemos tenido una experiencia con estos insectos, nadie se queda atrás. Algunos contarán que se les enredó una en el pelo, otros que no pudieron dormir porque se les metió una de estas cosas en la habitación y otros, que se las ponían como adorno en las camisas del colegio... millones de experiencias alrededor de estos invertebrados. Hay quienes dicen que incluso hasta anuncian la llegada de la lluvia.
Ahora bien, después de esta breve introducción, acompáñenme a descubrir un poco más de estas encantadoras criaturas.
¿Qué son y cómo?
Chicharra cambiando de piel
Las chicharras pertenecen al orden de los hemípteros y, por increíble que parezca, ese es el orden de los chinches. Así es, en otras palabras, las chicharras son chinches (esos pequeños insectos que huelen espantoso si se les asusta o pisa).
Los "chinches ruidosos" son clasificados en su propio suborden, llamado Auchenorrhyncha_._ La característica principal del orden de los hemípteros se fundamenta en que todos poseen piezas bucales chupadoras similares a un "pico", llamado probóscide. Dicho "pico" está formado por un rostrum o labium segmentado y móvil, con células sensoriales que permiten probar el posible alimento; y dentro de dicho rostrum se encuentran los estiletes de alimentación, similares a un pitillo. Es por esto que para nutrirse los hemípteros se especializan en realizar un agujero en la superficie externa de su alimento.
Las chicharras pasan el 70% de su vida bajo tierra y parasitan árboles, de cuya savia se alimentan.
En cuanto a su apariencia el rostrum parece nacer del cuello. Sus antenas son cortas y terminan en cerdas similares a pequeñas escobas. Y, por último, la característica más importante, que ya todo el mundo debe conocer, es que las chicharras producen sonido.
En el suborden Auchenorrhyncha tenemos algo menos de 17.000 especies en unas 30 familias, en dos infra-órdenes y 6 superfamilias. Gracias a esto, hay algunos insectos a los cuales podemos llamar chicharras, como es el caso de los insectos escupidores, los "salta hojas", los bichos espino y las chicharritas.
Cuentos "Chicharrescos"
Una vez entendido el lado científico de las chicharras, hablemos de lo que resulta realmente interesante para nuestra venezolana existencia.
Para esto les invito a recordar todos esos cuentos, refranes, dichos y mitos que giran en torno a estos insectos, que en algún momento fueron mencionados en casa por nuestros parientes.
¿Hacen pipí las chicharras?
Chicharra Venezolana
(Pachypsaltria cintomaculata)
Cuando una persona suele ir mucho al baño a orinar, se le suele decir que parece una chicharra. Esto se debe a que, usualmente, cuando uno pasa por debajo de un árbol donde hay chicharras se puede sentir una especie de ligera lluvia, muchas gotitas rociando nuestra cabeza, piel y ropa. ¿Realmente es orina? La duda es razonable. Por lo general la negación ante las situaciones asquerosas es un mecanismo de defensa que tenemos para evitar un trauma mayor. Pero sí, lamento informarles que, en efecto, a nuestras amigas cantoras les gusta hacer pipí sobre nosotros.
En realidad, no es que les guste. Las chicharras se alimentan de los árboles, como bien dijimos, y como el resto de los chinches absorben nutrientes de los jugos del árbol al que se aferran. Básicamente se la pasan el día entero tomando jugo. Y por supuesto, todo ese líquido sobrante, es expulsado del abdomen de las chicharras.
¿Las chicharras... explotan?
Algo que se suele decir es que, en ciertas circunstancias, las chicharras pueden estallar. Sin embargo, el supuesto motivo de tan autolesiva hazaña suele no ser muy creíble. Algunos creen que es porque se asustan o desesperan, lo que causa que empiecen a chillar cada vez más fuerte y, finalmente, exploten. Otros, porque está por llover y ante esto la chicharra cantará más y más fuerte hasta explotar sin más. No se puede explicar con certeza, de dónde proviene el mito de las chicharras explosivas. Pero, puede tener diversos orígenes y hasta una pizca de verdad.
El primer posible origen es un proceso natural de la vida de la chicharra. Se trata de la última muda de piel, momento en el cual la chicharra cambia de ninfa a adulto. Deja atrás su piel juvenil, algo que hacen todos los artrópodos. A la hora de dejar la que venía siendo su pijama, la chicharra tendrá un exoesqueleto blando y blanco, y a la vista se podría creer que a la chicharra se le salió lo de adentro.
Otro de los orígenes radica en un hongo, llamado Massospora cicadina. Tras infectar al insecto el hongo madura y hace que explote su abdomen, dejando a la chicharra sin órganos sexuales. El hongo funciona como una enfermedad de transmisión sexual, pues se transmite mediante el contacto sexual entre chicharras. El hongo, una vez maduro, cambia el comportamiento de las chicharras macho al de una hembra. Esto atrae a otras chicharras macho, contrayendo a su vez las esporas del hongo. Las chicharras macho irán enseguida a buscar a una verdadera hembra, contagiándola y, así, la historia se repite. Al final, el hongo crece nuevamente, reventando el abdomen de todas las chicharras afectadas.
Chicharra contagiada por el hongo Massospora cicadina
Dado lo anterior, la respuesta final es sí, las chicharras explotan, pero no por lo que popularmente se cree.
¿El canto de la chicharra anuncia la llegada de la lluvia?
Pues no. Lamentablemente, las chicharras no predicen el clima. Si bien la aparición de las chicharras suele ser en simultáneo con el clima lluvioso, la única relación es que el insecto necesita de la humedad del aire para empezar su metamorfosis.
Chicharra venezolana (Ariasa colombiae)
De resto el canto de las chicharras posee muchas curiosidades. El ruido que solemos escuchar, ese sonido característico que nos mantiene despiertos algunas noches de abril, tan solo es la canción de cortejo de las chicharras macho. Los machos son los únicos que cantan así, mientras que las hembras suelen responder con una serie de chasquidos (incluso se puede engañar a las chicharras macho chasqueando los dedos).
Canto de chicharra cítrica (Diceroprocta apache) posee un sonido similar a la chicharra Ariasa colombiae
Las chicharras son insectos muy ruidosos, tanto así, que el oído humano las puede escuchar a más de dos kilómetros de distancia. Pero ¿cómo un animal tan pequeño, es tan ruidoso? Las chicharras "cantan" gracias a un mecanismo de producción sonora que solo ellas poseen y que no está presente en ningún otro insecto. En el abdomen de las chicharras podemos encontrar una caja de resonancia que amplifica su chillido, que tiene un mecanismo similar al de una chapa. Y es así como la chicharra grita gracias a secuencias de latidos parecidos a "clics". Lo interesante de la caja, es que sin esta las chicharras no son nada. Basta con perforarla con una aguja para ya no escucharlas más.
En conclusión, las chicharras no predicen la lluvia
Referencias bibliográficas:
O´TOOLE, Chris (2007) La Gran Enciclopedia de los Insectos, Editorial LIBSA
MASIAC, Yves (2006) Los Insectos, Editorial De Vecchi
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cicadamania.com/cicadas/the-most-interestin..
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youtube.com/watch?v=EWr8fzUz-Yw&list=PL..
Con colaboración de: Alba E. Farías M.